Kingpin

Kingpin
Año: 1996
Director: Farrelly Brothers
Calificación: 7

Entre 2 genialidades de la comedia, Dumb & Dumber y There´s something about Mary, los hermanos Farrelly nos regalaron otra pequeña gran película que no consiguió el éxito de las anteriores, más sin embargo resulto igual de buena y con un reparto inigualable, encabezado por nada más y nada menos que el divertido Woody Harrelson, el multifacetico Randy Quaid y uno de los favoritos de Dosis de Cine, el maestro Bill Murray, como el villanazo en turno, de relleno tenemos a una muy deseable Vanessa Angel, también conocida como Lisa, la apetecible genio de Weird Science.

Roy Munson (Harrelson) es un chico de pueblo, que desde pequeño pinta para ser toda una leyenda en el mundo del boliche, al ganar el titulo de campeón estatal se embarca en un Tour por todo el país para lograr su sueño de ser un bolichista profesional, pero en el camino se topara con Ernie McCracken (Murray) un experimentado jugador de bolos, al que derrota y quien tomara venganza incluyendo a Munson en un fraude, como consecuencia McCracken sale huyendo y deja a Munson a manos de los estafados, quienes se desquitan con Roy cortándole la mano.

Años más tarde, Roy Munson, futura leyenda, es ahora un vago malviviente que no tiene siquiera para pagar la renta de la pocilga en la que vive. Por casualidades del destino Roy conocerá a Ishmael (Quaid), un tipo con mucho talento para el boliche, que por desgracia pertenece a los Amish (una agrupación religiosa cristiana, notable por sus restricciones al uso de algunas tecnologías modernas, tales como los automóviles o la electricidad. Creen literalmente en el Nuevo Testamento, se aislan del mundo exterior, defienden el pacifismo y la vida sencilla y visten como en el siglo XVII o XVIII.), lo cual será un impedimento para poder reclutarlo, pese a promesas de dinero, mujeres y fama.

Finalmente cuando la familia de Ishmael se ve en un aprieto económico, este acepta la propuesta de Roy, quien se convierte en su entrenador y promete llevarlo al gran torneo en las Vegas, en el cual también participara McCracken.

La película es hilarante, los personajes son inolvidables. La transformación de Roy Munson que pasa de ser el chico estrella a un malviviente con panza y calvo, es simplemente genial. Randy Quaid en su papel de Ishmael, un Amish con la cara de tonto durante todo el metraje y ese cortecito de pelo nos entrega un personaje creíble. Murray nos regala a un detestable villano, estafador, ególatra, arrogante, difícil de creer de un hombre que nos ha brindado personajes tan opuestos. La entrega de chistes no se escatima, aunque solo el hecho de juntar a estos personajes en el reparto es motivo suficiente para no perdersela, plus que es dirigida por los Farelly Brothers, que entre las joyas mencionadas anteriormente también nos han hecho reir con Shallow Hal y The Heartbreak Kid.